8 | febrero | 2021
Querida comunidad:
La semana pasada leí una entrevista de la Abuela Margarita en la que decía lo siguiente:
“Cuando la mente se une al corazón, todo es posible. Yo quiero decirle algo a todo el mundo: Que pueden usar el poder del Gran Espíritu en el momento que quieran. Cuando entiendes quién eres, tus pensamientos se hacen realidad. Yo cuando quiero algo, me lo pido a mi misma y funciona”
Y pues sí.
Esa fuerza super amorosa, mágica y protectora que percibimos es el Universo, o Dios, o el Gran Espíritu, habita dentro de nosotros. Cuando pedimos algo a Dios/Universo, en realidad estamos pidiéndonoslo a nosotros mismos, sin ser conscientes de ello.
Reflexioné en por qué no tenemos la suficiente confianza de pedirnos a nosotros mismos las cosas que queremos y pues la respuesta me llegó de volada: porque tenemos tantos filtros sobre nosotros mismos y tantas percepciones tan erróneas, que si pensamos en el simple hecho de pedirnos algo en seguida es como, “Ya estuvo que no lo tuve”.
(Si lees esto y dices “no por supuesto que no, yo si confío en mí, busca un poquito más a fondo y terminarás encontrándote con esa creencia)
Te lo digo porque después de mas de 10 años de trabajo intenso de auto-sanación, de varias terapias, de muchísimas horas de meditación, esa creencia me sigue asaltando cada que quiero manifestar algo nuevo y más grande de lo que he manifestado hasta ahora. Y porque me di cuenta de ello, vengo a compartirte las prácticas que yo hago cuando me doy cuenta que tengo tanto miedo que no me atrevo a pedirme las cosas a mi misma:
Escribo todo lo que está en mi mente: miedos, dudas, identifico creencias. Vacío la angustia y lo que sea que sienta.
Cierro los ojos y hago esta respiración:
En la exhalación visualizo que las emociones densas (como angustia, preocupación, miedos) se van. Puedes visualizarlas de un color.
En la inhalación, observo cómo entra a mí paz, tranquilidad, certeza. Y también puedes visualizarlo de un color que te transmita justo esas emociones.
Hazlo el tiempo que sea necesario.
Desde este espacio, ahora sí, pido a Dios/Universo, me lo pido a mí y recuerdo
“Sí Dios confía en mí, yo también”.
Entrego los resultados a Dios/Universo repitiendo:
“Querido Dios/Universo: Si es para mi más alto bien, que así sea. Yo haré todo lo
necesario y todo lo que esté en mis manos para que así sea, pero el resultado,
está en tus manos.”
Recuerda que el único bloqueo que existe entre tú y tus sueños son tus creencias sobre ti y sobre lo que eres capaz de hacer. En cuanto empiezas a sanar esas creencias, liberas las experiencias del pasado y haces espacio para tener nuevas creencias respecto a ti y respecto a la vida, las experiencias que llegan a tu vida te confirman esas nuevas creencias y así, poco a poco, empiezas a darte cuenta que, efectivamente, TODO te lo puedes pedir a ti.
Bienvenida a tu vida iluminada. 🫶🏼💫
Gracias por estar aquí,
Ale
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