21 | diciembre | 2024
Querida comunidad:
¿Cómo se sienten este sábado previo a Navidad? Hace 5 años que estaba por iniciar la pandemia y, les juro que cuando vivimos ese año encerrados, yo si tenía fe en que ese encierro nos iba a hacer cambiar la prisa, si algún día volvía la vida a la normalidad, que volveríamos con más gentileza con nosotros y con el otro.
Hoy, en esta época, veo que todo volvió con más prisa y más furia 😅 me impresiona todo el movimiento que hay de agendas, de eventos, de tráfico, etc.
Me parece una locura que 5 años después la vida haya vuelto como si nada, que real ls oficinas mandaron a volar el Home office, que no se prioriza el descanso ni las vacaciones. Es como si no hubiéramos entendido nada.
¿Ustedes que piensan?
Y bueno, en ese rush les escribo un poco y el correo de hoy llega con una reflexión que tuve ayer después de la celebración navideña con el equipo de MVI.
En el 2021 me fui a Tepoz con Made y Nuri a planear el 2022, el año más millonario de la historia para MVI, en el que proyectábamos sentar las bases de la escuela para sanadores.
Parte de esa planeacion fue hacer una actividad bellísima que guía Nuri que se llama “El círculo de sueños” donde ponemos el sueño principal (el de MVI y de ahí ponemos el sueño individual para que se entretejan todos los sueños para ver si queremos lo mismo y ver de qué forma ese sueño principal puede sostener los otros.
Mi sueño desde ese momento fue que MVI sostuviera los sueños de todas las personas que están en contacto con la escuela: tanto para quienes trabajan conmigo, como mis alumnos, personas que escuchan el podcast, etc...
Entonces ya teníamos el sueño y se veía muy grande. En realidad es un GRAN sueño. Sabíamos que se necesitaba mucho de nosotras y sabíamos que se requería enfoque y compromiso.
Arrancó el 2022 y Dios mío... ¡qué año! El año más difícil de mi vida y, en realidad, para el equipo fue también un año súper difícil.
El sueño se puso en pausa.
El 2023 para nosotras fue de sanación, mucho trabajo interior y mucha integración.
Llegamos al 2024 y la maquinaria empezó a caminar otra vez. Poco a poco revisamos TODO de la Escuela, revisamos la imagen, reestructuramos todo. Decidimos darle acelerón al sueño del 2021. Dejamos atrás a los programas insignia de la escuela y así, creamos las bases de la escuela para sanadores con Soul: la maestría del alma.
Soul: la maestría del al
Este año, también Nuri empezó a dar sesiones de sanación de útero. Made se lanzó a hacer su círculo de manifestación. Y así nos dimos cuenta que el sueño que establecimos el 2021 hoy es una realidad. ❤️
También, reconocimos que si no hubiera sido por el revolcón que nos dio la vida en 2022 y 2023, no estaríamos aquí hoy. Haciendo cosas tan grandes.
Aquí viene la gran enseñanza:
Cuando tú alma sueña en grande es porque tienes toda la capacidad de manifestar ese sueño. Mas hay situaciones que tienes que “dominar” en tu vida, aprendizajes que tienes que integrar, situaciones que tienes que soltar... Por eso, cuando uno sueña en grande parece que la vida se pone difícil.
No es que no merezcas tu sueño o que el universo te ponga “pruebas”, es que tu alma requiere lograr cierta maestría para que encarnes ese sueño con total seguridad y confianza.
Eso nos pasó en este equipo... soñamos en grande, nos revolcó la ola, salimos medio mallugadas 🤣 y hoy tenemos la fortaleza de encarnar ese sueño.
Así que si este año fue un año muy duro para ti, mírame como esa amiga del futuro que se levantó de una terrible ola y hoy está más fuerte y más preparada para sus sueños.
Sé que es muy duro aplicarlo, mas abraza cada aprendizaje, abraza cada emoción y sobre todo, reconócete. Reconoce que estás haciendo lo mejor que puedes.
Bájale a la exigencia y a la culpa, es muy difícil surfear la ola con la presión excesiva que nos ponemos encima. 😕
Echa mano de todas y cada una de tus herramientas y si requieres ayuda con eso, sabes que en ésta, tu escuela favorita de sanación hay muchas herramientas para ti.
Bienvenida a tu vida iluminada. 🫶🏼💫
Gracias por estar aquí,
Ale
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