16 | febrero | 2021
Querida comunidad:
Ésta es una historia de manifestación, intuición y honestidad.
¿Cuántas veces lo que has querido y deseado con todo tu corazón, al principio es un súper sí y cuando llega te das cuenta que siempre no lo quieres? ¿Cuántas veces has cambiado de decisión al último minuto?
Mi papá me decía de chiquita “Tú no tienes compromiso con nadie mas que contigo, aunque la gente te diga que ya hizo o dejo de hacer por ti, no importa, si no quieres hacer algo no lo hagas” y eso nunca tuvo sentido hasta el día de hoy.
Resulta que tiene tiempo que vengo manifestando una casa nueva, al parecer la semana pasada la manifesté. Era tal cual la puse en mi carta al Universo. Hermosa, nueva y perfecta.
Todas las señales que pedí a los ángeles estuvieron ahí. Indudablemente era LA casa.
Inicié los trámites para mudarme y el viernes desperté con el siguiente pensamiento “a esa casa no le da el sol” y por cosas no pude ir el fin de semana a vigilar si efectivamente le daba o no el sol.
Hoy, a primera hora de la mañana me presenté y pregunté a los vigilantes que a qué hora daba el sol y ellos honestamente me dijeron “Señorita este condominio es muy frío, no da el sol en ningún momento del día”. Y entonces llegó el momento de decirme la verdad: ¿Podría yo, que odio el frío, vivir en una casa sin sol? La respuesta es no.
Pensé en qué haría, me daba muchísima pena con los brokers que me la mostraron, con la dueña que estaba ya lista para firmar en la semana, con mi casero que le avisé que me mudaba. Pensé en que les había hecho perder tiempo a todos y dinero, por supuesto. Pensé que tal vez era tarde retractarme, hasta que las palabras de mi papá se hicieron presentes “No tienes compromiso con nadie, mas que contigo”. Llegué a mi casa y con toda honestidad le escribí al broker que dejaba ir esa casa porque no puedo vivir en una casa sin sol.
No hubo un reclamo, pero sí comentarios de “La dejamos de mostrar… ahora habrá un problema con la empresa tal... el broncón que me echaré” y demás. Ahí tuve mi enseñanza. Se confirmó el “No tienes compromiso con nadie mas que contigo”.
Fui honesta conmigo misma, me dije la verdad, respeté mi decisión, procuré mi felicidad y claro que me disculpé. Sin embargo, no sentí más culpa, me sentí tranquila y feliz de haberme mantenido firme y comprometida conmigo en lugar de con un compromiso que me haría totalmente infeliz. Me elijo a mí y mi felicidad por sobre todas las cosas.
¿Deseé esa casa? Sí, con todo mi corazón. ¿Era la casa que pedí? Definitivamente lo era. Entonces ¿Qué falló? Yo creo que olvidé pedirla con sol. jajaja
¿Me dio miedo no manifestar otra casa? Sí, por supuesto, pero en ese momento recordé que vivimos en un Universo abundante y de infinitas posibilidades, así que como manifesté esa casa puedo volver a hacer mi cartita al Universo y pedir una casa así, pero con sol. Y sé que también llegará a esa casita que dejo ir un inquilino que odie el sol y serán el uno para el otro.
Así que después de esta historia te quiero decir lo siguiente:
Siente tus decisiones en el cuerpo, si te oprimen y angustian, ahí no es.
Si hay algo en tu cabeza que te dice que no es no. Tu intuición siempre te lleva a los lugares en los que tienes que estar, aunque no tenga nada de lógica.
No tienes compromiso con nadie mas que contigo y tu felicidad. Si estás a punto de llegar al altar y sientes esa voz más fuerte que nunca que dice “No te cases, no lo hagas” ¡hazle caso!
Vivimos en un Universo de posibilidades, infinitamente abundante, más abundante de lo que podemos imaginar. Si lo que te llega no es un súper sí, da las gracias y sigue enfocando lo que sí es un súper sí. Créeme que en esta vida por oportunidades no paramos, así que no te conformes con aquello que es casi un sí.
Así que gracias, pero no gracias.
Bienvenida a tu vida iluminada. 🫶🏼💫
Gracias por estar aquí,
Ale
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