2 | febrero | 2021
Querida comunidad:
Creo que, como sanadora, el tema del dinero ha sido desde que empecé un tema fuerte a trabajar porque me he enfrentado con cuestionamientos propios sobre ¿Realmente merece mi consejo y experiencia un pago? O miles de veces que me encantaría dar sesiones gratis a muchísimas personas o juicios de personas externas que comentan cosas como “si realmente quieres ayudar, ¿Por qué cobras?” O “Fulanito lo hace gratis”.
Incluso, una vez leí a una persona que no tiene ni experiencia, ni formación como sanador que dijo “yo doy consejos de sanación sin cobrar” y entonces pensé ¿Por qué cobrarías por algo que no sabes hacer?
Justo cuando pensé eso comprendí por qué razón le pongo un precio a mi trabajo. Porque la sanación va más allá de compartir frases bonitas en redes, recomendar “vibrar alto” o alejarte de “personas tóxicas”, tener cuarzos, prender velas y hacer rituales de luna llena.
La sanación implica confrontarte contigo mismo, tener la valentía de mirarte y mirar tus heridas, de ponerle nombre a lo que dolió, de dejar de culpar al exterior para darte cuenta que TÚ eres responsable de tu vida, de reconocer tu vulnerabilidad y lograr el equilibrio perfecto entre disciplina y gentileza para:
Redefinir tu concepto de amor.
Aprender a amarte.
Darte toda la atención y contención que estás buscando en el exterior.
Y eso, amigas y amigos, no se logra con un ritual. Se logra tomando decisiones todos los días, sintiéndote todos los días, abrazando tus heridas, dejando de culpar a los demás.
Los sanadores no hacemos el trabajo por ti. Los sanadores te guiamos a que aprendas a reconocerte sin juicio, te ames y te aceptes tal y como eres. Te guiamos a aprender a amarte a través de los demás. ¿Y cómo crees que logramos eso? En mi caso no desperté un día y ya era sanadora, ni me visitó un hada madrina.
Este don de sanación se desarrolla caminando tus propios procesos, sanándote primero que a nadie, reconociendo las heridas de los demás para regresar adentro y sanar tus propias heridas.
Este don se adquiere cuando todos los días haces el trabajo de perdonarte, de reconocer tus pensamientos, de elegir el amor por encima del miedo, de navegar tus emociones y con humildad reconocer tus errores.
No quiero pecar de soberbia, pero no cualquiera está dispuesto a hacer esto. No cualquiera recorre este camino, no porque no puedan, sino porque da TERROR hacerlo y como ser humano que soy, reconozco que es más fácil evadir tu realidad y culpar a mercurio retrógrado que enfrentarte a tus peores miedos.
Por eso, mi trabajo vale lo que vale, por eso puedo llamarme sanadora, porque he recorrido el camino y porque, a través de mi experiencia, puedo llevarte a ti de regreso a lo más valioso que vas a encontrar jamás: la fuente de tu amor.
Mi trabajo vale porque no te voy a a dar un elixir maravilloso de romero y ruda para alejar a las “personas tóxicas, y tampoco te voy a dar un cuarzo rosa para que trabajes amor propio, ni te voy a decir que es bien fácil vibrar alto. Eso puede hacerlo cualquiera que haya leído cualquier cosa de desarrollo personal o visto cualquier video en YouTube.
Mi trabajo vale porque te llevo a descubrir a la fuente de sabiduría, tu verdadera sanadora, chamana y bruja interior. Y porque una vez que llegas ahí, querida, querido, no hay marcha atrás. Porque cuando descubres que te tienes a ti, TIENES EL MUNDO ENTERO.
Y por eso mi trabajo vale, porque no es sólo una sesión de sanación o un curso o un programa, es el camino para saberte merecedora o merecedor del mundo entero. Es la llave a tu interior, la llave a la magia y al amor.
Mi trabajo vale lo que vale porque transforma tu vida y la transforma no por unas cuantas semanas, sino para siempre.
Mi consejo para ti que estás en este camino de búsqueda y sanación es: Invierte en ti tiempo, energía, dinero y esfuerzo. Es la única inversión que se te multiplicara infinitamente de por vida.
Mi consejo para ti, si además eres sanador, reconoce que tu trabajo va más allá del tiempo que dedicas a la sesión o al curso o a lo que sea. Tu trabajo permea en la vida de las personas con las que trabajas y en la de toda su gente. Hazlo con responsabilidad y humildad. Pero sobre todo, reconoce tu valor.
Bienvenida a tu vida iluminada. 🫶🏼💫
Gracias por estar aquí,
Ale
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