8 | marzo | 2021
Querida comunidad:
Antes de la semana pasada traía un ritmo de trabajo, de práctica personal de yoga, meditación y sanación personal, de alimentación y horarios súper ordenado y equilibrado. Me sentía por primera vez en meses en mi equilibrio, feliz de recibir muchas bendiciones y regalos en mi vida. Estaba lanzando el proyecto más cool hasta ahora de Mi vida iluminada, mi método de sanación, cuando de pronto, un asunto que requirió mi total enfoque y energía me desequilibró por completo.
Hoy, a una semana del huracán, desperté sintiéndome estancada, sin energía y como cuando te levantas del revolcón de una ola: tratando de respirar y ver si todavía traes bikini, de sacarte la arena de todos lados y caminar a un lugar más seguro.
Si te ha pasado, te comparto lo que me llegó después de toda una mañana de meditación, sanación, journaling y mucho tiempo de calidad conmigo después de una semana que pareció una eternidad:
Qué fácil es mantener el equilibrio en la vida cuando todo a nuestro alrededor está en orden: tenemos salud, las personas que amamos están bien y cerca de nosotros, nuestros asuntos financieros en orden, el trabajo también... y aunque hay detalles que nos gustaría cambiar, puede decirse que en general todo está bien.
¿Pero qué pasa cuando ese aparente equilibrio desaparece? ¿Cuándo uno de nuestros pilares de paz se desbalancea y no podemos mantener la rutina, ni el enfoque en nuestra meta, ni la paz, ni la vibración amorosa?
En realidad, nada. Pasa que la vida sigue y que, aunque tu mente te convenza de que estás “estancada” (o estancado), sigues avanzando, sigues aprendiendo y sigues integrando en ti las enseñanzas de estos sucesos.
Pasa que, aunque no lo creas, te has preparado vidas para enfrentar este momento y que, aunque piensas que tienes que controlarlo todo y estar en todo para que las cosas sucedan, todo está perfectamente bien cuidado en la guardería del Universo, incluso tú.
Pasa que lo que a veces pensamos que es el equilibrio es en realidad la rutina y que el equilibrio se encuentra no en una vida sin tempestades, ni alteraciones: el equilibrio se encuentra en sentir la tempestad, sentir la calma, sentir el cansancio después de la tempestad y saber que, aunque se hayan roto en ti muchas partes, sigues estando tú, de pie, para ti y contigo.
El equilibrio se encuentra en saber que siempre es posible volver a empezar y, que así como fluimos en la respiración, así mismo es posible y real para nosotros avanzar en la vida hacia nuestros sueños un momento a la vez.
El equilibrio se encuentra en saber que nada es para siempre y que estamos seguras y seguros en todos los procesos de cambio y transformación.
Así pues, no seamos tan duros con nosotros mismos, no seamos tan duros con nuestra vida y nuestros procesos. Démonos permiso de sentir, de vivir y experimentar, que en ese vaivén sucede esta experiencia humana y ¡Qué hermoso!
Bienvenida a tu vida iluminada. 🫶🏼💫
Gracias por estar aquí,
Ale
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